¿Ves lo que vio Lucía? |
I
- 19 de noviembre de 2016
- Malvín, Montevideo (Uruguay)
Lucía
salió de la casa, atravesó el jardín, llegó a la vereda y, su poderoso sentido
de la observación le dijo que había presente un elemento inusual: algo que asomaba
por el portón junto al muro.
Me llamó
con insistencia porque el hallazgo valía la pena. Acudí sin tanta expectativa.
Pero sí: realmente valía la pena. Con extraña confianza me fui a buscar la
cámara, como si “él” tuviera la obligación de esperarme. Y me esperó. Le saqué
una primera foto. Avancé un paso y saqué otra. Avancé otro paso y saqué otra.
Hasta que lo tuve a unos 2 metros. Buscaba y buscaba en la memoria para
responderme: ¿qué puede ser? Pero nada.
De inmediato
se dio vuelta y se ocultó entre los arbustos de jardín. Con aire de suficiencia
le di una vuelta al jardín, seguro de tener otra oportunidad de sorprenderlo y
robarle otra foto. Pero nada. Desapareció. Casi una leyenda.
II
Más
tarde, aproveché el viaje de ómnibus para buscarlo en la guía: buscaba unos
lunares blancos sobre fondo negro en las alas, y unas líneas amarillas cruzadas
en el dorso. Pero sobre todo el pico largo terminado en pequeña curva descendente. Y llegué al
único candidato posible. No estaba tan convencido. Pero ver las fotos que logré,
y contarle a otros de esta valiosa e inesperada observación, me sacaron las
dudas: un aguatero, Nycticryphes semicollaris. Propio de “pantanos y sabanas
inundadas”, impropio de veredas y jardines.
III
¿De
dónde vino? ¿De alguna punta rocosa de la costa? ¿Del Parque Baroffio? ¿Del
Parque Rivera? ¿De los Bañados de Carrasco? ¿Bajó a descansar un poco antes de
seguir viaje? ¿Se desorientó? Me hizo acordar a la vez que, buscando la llave
para entrar a mi casa, noté de reojo que un pajarito se movías en el cantero
que está junto a la ventana que está a la izquierda de la puerta de entrada. Logré
verlo bien, no era ni una ratonera ni un gorrión ni un chingolo era un junquero
(Phleocryptes melanops). De nuevo: ¿qué hacía ahí?
Los
seres vivos no son robots predecibles.
Fotos: ciencia20